Barandilla autoportante

Para garantizar una seguridad óptima, nuestras barandillas autoportantes pueden asegurar la cubierta de un edificio para evitar la caída perimetral del personal que accede a la misma. Descubra todo lo que necesita saber sobre las barandillas y las ventajas que ofrecen en materia de seguridad.

Todos los edificios de empresas están sujetos al riesgo de caída desde las cubiertas, independientemente de la altura. La instalación de barandillas autoportantes permite evitar estos riesgos asegurando el estado de la cubierta de la mejor manera posible. Este tipo de protección colectiva es la forma más eficaz de prevenir los riesgos. Existen diferentes tipos de barandillas, la barandilla fija recta, la barandilla fija inclinada y la barandilla plegable. Para saber cuál elegir, primero tendrá que hacer un estudio de su situación y necesidades. En este apartado, veremos los criterios que hay que tener en cuenta a la hora de instalar una barandilla fija.

TRES TIPOS DE BARANDILLA AUTOPORTANTE

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Recta

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Inclinada:

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Abatible

Una barandilla autoportante es un sistema que ofrece protección colectiva a un edificio. Se diferencian de otros modelos de barandilla en que no están fijadas a la estructura y se mantienen fijas mediante un contrapeso. Se utilizan principalmente en zonas altas inaccesibles al público, como las cubiertas. Las barandillas autoportantes suelen ser de aluminio. Una vez instalada, la barandilla autoportante permite a las personas acceder a la cubierta en seguridad. La barandilla debe colocarse directamente a la superficie de la cubierta mediante un contrapeso. Existen tres tipos de barandillas autoportantes.

Autoportante recta:

Es el más utilizado de los tres tipos de barandilla autoportante. La autoportante recta permanecerá visible en todo momento desde el exterior, pudiendo retranquearse en algunas situaciones para mantener la estética del edificio con vistas desde la calle.

Autoportante inclinada:

Este modelo de barandilla también es autoportante, como su nombre indica, pero tiene un perfil mucho más inclinado. Esta inclinación permite integrarla mejor en el edificio haciéndola mucho menos visible desde el exterior. Además, la inclinación hacia el interior de esta barandilla aleja a los operarios del borde de la cubierta, aumentando así el nivel de seguridad.

Autoportante abatible:

Una barandilla autoportante abatible tiene las mismas propiedades que los dos modelos anteriores, con la particularidad de poder plegarse sobre sí misma. Una vez plegadas, ya no pueden cumplir su función y ya no garantizan ninguna seguridad. En cambio, hacen que la instalación sea totalmente invisible, por lo que resultan muy interesantes para edificios con necesidades estéticas específicas. Simplemente, desplegando las barandillas, la cubierta puede volver a ser segura en pocos minutos, ideal si hay que realizar trabajos o si un empleado necesita acceder a la misma.

INSTALACIÓN DE LA BARANDILLA AUTOPORTANTE

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La instalación de una barandilla autoportante se realiza directamente sobre la cubierta. No requiere ninguna instalación especial. La estabilidad del conjunto está garantizada por una distribución del contrapeso que permite instalarla sin taladrar. Se trata de una ventaja innegable, no sólo por la facilidad de instalación, sino también porque garantiza la estanqueidad del edificio.

Si la cubierta no tiene un peto suficientemente alto, es decir, de unos 10 cm, será necesario un rodapié de protección.

Las barandillas autoportantes también tienen la ventaja de no necesitar revisión. Una vez instaladas, no habrá costes recurrentes de mantenimiento ni de ninguna otra manipulación. Por tanto, la inversión única desde el inicio de la obra.

¿POR QUÉ INSTALAR UNA BARANDILLA AUTOPORTANTE?

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Una barandilla autoportante proporciona una gran seguridad en zonas donde el riesgo de caída es elevado. Aunque hay otras soluciones igual de eficaces, no tienen todas las ventajas de una barandilla autoportante.

Para empezar, la instalación de una barandilla autoportante contribuye a evitar los accidentes laborales relacionados con las caídas. Por lo tanto, se trata de una instalación esencial para todas las empresas con personal que tenga que acceder a partes de un edificio con este riesgo. Una empresa que disponga de este tipo de instalación tiene la ventaja de reducir considerablemente el riesgo de lesiones y de ser reconocida por sus empleados. Algunos oficios se ven más afectados que otros, como los carpinteros, los techadores y todos los trabajos relacionados con la construcción de tejados en general. Suelen trabajar en las cubiertas, por tanto, están expuestos al riesgo de caídas, que pueden causar accidentes graves e incluso la muerte.

Otra ventaja es su instalación y su impacto en el edificio. Una barandilla autoportante no requiere ninguna instalación particular, el sistema se coloca en la superficie del edificio, y su estabilidad está garantizada por un sistema de contrapesos para evitar que se mueva. Además, es muy fácil de montar y desmontar. Es un producto que ocupa poco espacio, está equipado con un perfil de unión que facilita su transporte, un contrapeso y postes verticales premontados que facilitan la instalación. Pero cuidado, no cualquiera puede instalar este tipo de sistemas, de hecho, la persona que lo instale debe ser un profesional que conozca la normativa asociada a este tipo de actividad.

Por último, los materiales utilizados son muy resistentes y pueden soportar cualquier condición meteorológica. No obstante, si la instalación se encuentra en un lugar cercano al mar o simplemente en una zona muy contaminada, seguramente se propondrá un tratamiento adecuado para mejorar su vida útil.

Si desea más información sobre este tema, póngase en contacto con nosotros, estaremos encantados de responder a sus preguntas.

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